penumbra a su remitente; como las visitas
que llegan en los momentos
inesperados. sin señal que permitiera
anticipar su llegada.
si, así llego, sin explicación...
sin preámbulo.
Creo que este amor arbitrario, eternamente
imposible y aparentemente inalcanzable
seguirá rondando como un visitante oculto
en el interior de mi ser.