Mientras las horas pasaban,
y el cansancio aumentaba
aquel visitante me tenia cautiva,
y la noche fue testigo del insomnio que me aquejaba
y que sin piedad controlaba
el sueño que alguna vez tuve,
y la noche se hizo larga
y silenciosamente embriagadora.
Mi alma no encontraba estabilidad
y las horas no cesaban,
más la luz del día se filtraba
por las rendijas de mi ventana.
y mis ojos permanecieron abiertos.
y el día se hizo corto y ruidosamente
perturbador.asgil
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