tu lagrima trastorna mi corazón
y se acrecienta en mi una gran impotencia
que no me permite coordinar en absoluto.
pienso en abrazarte, besarte, consolarte.
pero acaso soy la heroína indicada para calmar tu dolor
sin embargo, continuo atónita observándote,
sin capacidad ni fuerza para tan solo tocarte
y decir aquellas palabras que te brinden apoyo,
o aquel beso que refleje lo mucho que te amo
y a pesar de la cantidad de pensamientos e ideas que
rondan por mi mente, lo único que surge de mi inexplicable
inmovilidad es una sonrisa
que frustra todo lo que realmente quería trasmitir.
y de nuevo se esfuma aquella instantánea pero tan anhelada oportunidad de decirte... te amo.
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